Jorge Campos, Adolfo Ríos, Oswaldo Sánchez, el conejo Pérez y para los millennials Memo Ochoa, Chuy Corona y demás grandes nombres de guardametas mexicanos que han desfilado en los últimos tiempos, al igual que quizá varios de ustedes mis queridos amigos lectores soñamos con ser al menos un poco de lo extraordinario que fueron estas leyendas bajo los 3 palos, al igual ese mismo sueño e ilusión tenía un niño que desde pequeño se enfundaba unos guantes y jugaba en las categorías menores de un equipo de tradición, que actualmente pese a estar en una sombría temporada, este niño ahora joven novato guardián de los escualos ha demostrado a todo mundo que es muy capaz y que se convirtió en el jugador en que se echaba el equipo al hombro.
Sebastián Jurado Roca debutaba en primera división ante el conjunto de los Gallos Blancos de Querétaro en el Estadio Luis Pirata Fuente, siendo factor importante para que el equipo escualo rescatara el empate con destacadas intervenciones; si bien es cierto ya había debutado previamente en un duelo de copa MX ante Oaxaca, no podemos dejar escapar, la que seguramente fue la actuación que lo puso en boca de balonpie nacional, aquella espectacular noche que tuvo en el mismísimo Estadio Azteca ante América, en la que es verdad, a pesar del abultado resultado fue una actuación sobresaliente, atajando penal y varias ocasiones en las que evitó una goleada de escándalo, desde ese entonces, su nombre ya empezaba a hacer eco nacional.
Y siguieron Chivas, Cruz Azul, Pumas y otros más equipos y escenarios que se toparon con esta muralla que se ha convertido de una grata sorpresa, revelación o milagro como quiera usted llamarle, a una joya en camino a consolidarse en la siempre difícil pero a la vez anhelada primera división, tan sólo basta ver como se desborda cada que el conjunto veracruzano anotaba gol, festejando como auténtico hincha, gritando y ordenando su defensa como todo portero líder de su defensa lo hace y deleitar a cuanto camarógrafo y a la vez regalándoles semejantes atajadas de en varios de los casos goles cantados, que vuelven a exhibir a este joven de 21 comportarse a la altura como estuviese jugando ya por más años en el máximo circuito.
Hoy nuestro estado atraviesa una dura crisis futbolera, llena de incertidumbre y más preguntas, cuestionamientos y dudas que certezas, es la realidad, pero su vez podemos sentirnos contentos y por qué no, también motivados de que a pesar de lo difícil que sean la circunstancias, siempre habrá nuevas oportunidades que nos brindarán aspectos positivos, en este caso Sebastián es un claro ejemplo de ello que aunque todo parezca acabado, siempre habrá pequeños huecos en los que se hallarán nuevas oportunidades de sobresalir y levantar la mano, mandando un importante mensaje hacia los niños y jóvenes, de que jamás desistan de hacer realidad sus sueños y metas y para los directivos y entrenadores de nuestra liga, a darse la oportunidad y confiar más en el talento nacional, que créanme, nuestra selección y prestigio como nación futbolera se los agradecerá.
Redacción: Uriel Campos Conductor de Orgullo Bicolor
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