Por Uriel Campos
En el 2016, América celebraba su año de centenario, con bombo y platillo en coapa estaban seguros y confiados que la mejor manera de celebrar este año tan importante sería arrasando con todos los títulos que se les presentaran, pasando algunas jornadas hubo cambio de timón, el rumbo no iba en la dirección deseada, Ricardo Lavolpe entró al quite con todo y su experiencia, pero algo que ha caracterizado al entrenador mexico-argentino es el excelente tacto para descubrir jóvenes promesas, y una de esas promesas que saldrían a la máxima categoría sería un alto y delgado jugador que venía de ser el mejor en la categoría sub-20, Edson Álvarez.
Desde sus primeros minutos en el máximo circuito Edson mostró ser un jugador que marcaba una notable diferencia en 2 sectores del campo, tanto en la línea defensiva como el medio campo, al grado que el bigotón lo comparó con quizá, el mejor defensor de todos los tiempos, el mismísimo Franz Beckenbauer debido a la versatilidad tanto como defensor como líbero, por lo que sus pequeños grandes pasos que estaba dando, poco a poco empezarían a dar frutos.
Luego de sobresalir en América, la selección mayor lo esperaría, mostrando capacidad interesante, y poniéndolo como serio candidato a tomar el relevo generacional de otra enorme tanto en la defensa como medio campo nacional, el duque de Cataluña Rafael Márquez; y luego de salir campeón con el equipo de sus amores, donde fue el artífice principal del más reciente título azulcrema al anotar doblete en la final ante cruz azul, la progresión y consolidación ya era tal que de nueva cuenta los rumores y el timbre llamado Europa empezarían a tocar con mayor fuerza esa puerta llamada oportunidades.
Y como fuera el progreso que el actual futbolista mexicano necesita, Europa se ponía como el siguiente escalón a subir, el tener que cambiar el servicio del metro de Tlanepantla Estado de México, lugar de donde proviene Edson y que a pesar de ser un jugador ya de primera jamás olvidó sus orígenes, a quizá tomar el metro de la ciudad de Ámsterdam para dirigirse a máximo templo holandés del futbol tulipán, ese que ahora reconvertido con el nombre del mejor jugador Europeo de todos los tiempos, Johan Cruyff Arena, sitio que aguarda un historial de partidos y competiciones legendarias, casa del máximo ganador de títulos neerlandeses el Ajax Fc, quien hace algunos años veía como su acérrimo rival el PSV formaba a grandes jugadores mexicanos, mismos que dejaron huella en su estadía con el club granjero, ahora tiene al primer mexicano que está más que dispuesto a no sólo cubrir el puesto del mejor defensor joven del mundo en estos momentos Matthis de Light, sino que viene a labrar su propia historia.
Carlos Salcido, Francisco Rodríguez, Héctor Moreno, Andrés Guardado y actualmente Erick Gutiérrez e Irving Lozano, quienes ya han pisado y comprobado el buen fútbol que se exhibe en Holanda, han sido muestra favorable que Holanda es un país y su liga la Eredivise, son sinónimo de crecimiento y triunfos para nuestros compatriotas, por lo Edson ha tomado una gran decisión, ha determinado contagiarse y formar parte de uno de los mejores clubes formadores de todo el globo terráqueo y no solo eso, sino que ha experimentar y aprender el famoso Fútbol Total, que maravillara a todos en los años 70 de la mano del mismo Ajax y la naranja mecánica, ese mismo que hizo que Rinus Michaels le impregnara a una generación talentosa comandada por Cruyff y quien en años posteriores el mismo ya como entrenador se las compartiera a jugadores como Pep Guardiola, el resto es historia.
Ahora con el entrenador sensación de Europa, Erik Ten Hang el mexicano buscará trascender con esta camada de jóvenes que estuvieron cerca de lograr una de las hazañas que hubiesen marcado una época y que seguramente en esta temporada volverán intentarlo, pero ahora con un azteca en sus filas, un chico que ha tenido un crecimiento extraordinario y que está llamado a dejar huella tanto en Europa como con la selección nacional.
“Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay”.
Johan Cruyff.
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