Por Alex Guillén
"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos. La pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible, atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar. Y esperábamos la compañía de la suerte. Eso es el fútbol, muchachos" (M. Bielsa)
En una actualidad donde el fútbol mundial se parece cada vez más al empresario y menos al aficionado, tenemos que buscar el amor y la pasión por el deporte, lejos del televisor. Es cuando debemos regresar al inicio de nuestro romance con el balompié, cuando cada fin de semana íbamos a jugar o a ver jugar a nuestros padres, hermanos, tíos o hasta los amigos.
La frase con la que inicia esta nota fue emitida por Marcelo Bielsa el día que le preguntaron “¿qué es el fútbol?”, y claramente encaja con el partido que presenciamos el pasado 16 de Junio entre las Leyendas de Orizaba y las Leyendas de Córdoba. No solo era ver a jugadores en la cancha disputando un partido más, era ver amistades de años reunirse y vivir un momento emotivo emulando las glorias que habían conseguido hace más de 30 años.
Se juntaron los futbolistas de Albinegros de Orizaba que fueron campeones de la copa Prode 1985 en la 2da. División profesional “B”, para enfrentarse a los Azucareros de Córdoba que habían ganado el campeonato de la 3era. División profesional en la temporada 1980-181. El partido era una reunión entre grandes amigos pero también era en homenaje a sus ex compañeros Alonso Domínguez, Ariel Rey, Gerardo “chino solar” y Jacinto Rangel “cachan”.
La grada estaba comprendida de familiares y de aficionados que vieron las glorias de ambos equipos en la década de los 80´s. El ambiente que se vivió desde que las escuadras pisaron el campo fue espectacular. Entre aplausos y gritos de felicitación vieron como los jugadores recibían los reconocimientos por lo que fue su gran trayectoria y las alegrías que le dieron a sus respectivas ciudades.
El partido cumplió con las expectativas de todos, se notaba la felicidad y las ganas de jugar ese encuentro en cada uno de los 22 jugadores que estaban en el terreno de juego. Hubo muchos cambios pero es algo normal en este tipo de partidos, aun así no dejó de ser un encuentro atractivo y que vivió su clímax cuando “la hormiga” Orozco elevó el balón sobre la barrera en un tiro libre con dirección a la esquina de la portería para finalmente tocar las redes y hacer que la grada estallara en júbilo. Aparte del golazo que anotó, Orozco nos dejó con la postal más hermosa del partido cuando en su festejo besaba con tanta euforia el escudo de su camiseta, un acto que demostraba el amor que le tiene al equipo que con el que fue campeón y que le dio la oportunidad de hacer las amistades que hasta el día de hoy perduran.
El marcador final fue un 2-1 a favor de Orizaba que nos deja con la ilusión de que el siguiente partido entre estos dos equipos va a ser muy bueno. La fecha tentativa del próximo encuentro es en Septiembre, a lo cual estaremos muy atentos para poderles llevar las acciones del partido desde nuestras redes sociales de Orgullo Bicolor.
Es así como el pasado domingo me di cuenta de que me fui feliz del CDO, no solo por tener la oportunidad de narrar un partido de verdaderas leyendas que dieron todo en el terreno de juego, pero también muy feliz de ver nuevamente lo que es el fútbol y lo que puede llegar a lograr aún fuera de la cancha.
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